Vanidad
y engaño en el amor admirativo
Por Orlando Oviedo *
“Todas las
ambiciones son lícitas, excepto aquellas que trepan
por encima
de las desgracias o credulidades de la humanidad”
Joseph Conrad
Siguiendo la característica del
artículo anterior (publicado en Psicología CCA Web magazine No. 4) esta
vez hablaremos de la forma en que se desarrolla el amor admirativo propio de
las personas vanidosas.
Deteriorado, vivía para mostrar a los
demás lo que estos necesitaban ver de la persona vanidosa, ya sano no vive para
complacer a los otros camuflajeándose como camaleón para quedar bien.
Por otro lado deja de tener la
compulsión por ser admirado únicamente, dejan de lado el “a mí no me ames, respétame”, deteriorado, es el tipo de persona
que calienta el boiler pero no se mete a bañar, es decir, le basta con que los
demás lo admiren, no necesita concretar las relaciones hasta el acto sexual,
por ello a veces se les llama la “belleza
fría o de hielo” de “mírenme pero no
me toquen”, bellezas glaciales que se contentan únicamente con tener
admiradores, cuando se van integrando dejan de vender su imagen de sex symbol para bajar a tierra y amar de
manera altruista y sin engaños. Entonces se les quita el carácter mercantilista
de promover su propia imagen para comenzar a amar profundamente, y como son
eficientes pues su amor también lo es, aunque ya sin neurosis.
La persona que no sabe leerlos se les
acerca amorosa y/o sexualmente siguiendo la imagen que el vanidoso proyecta,
entonces el enamorado sigue un espejismo y no algo real, muchas veces lo que
siguen es el objeto o proyecto de la persona vanidosa, por ejemplo, si es
músico de rock, las grupies lo
seguirán no por su esencia sino por su música creyendo que su música es todo lo
que él es, igual pasa con el empresario exitoso o el escritor que busca un status social.
Posiblemente tendrá múltiples relaciones
pero éstas estarán basadas en la falsedad ya que son producto del engaño, pero
a veces ni la misma persona vanidosa se da cuenta de esto, cree ser benevolente
con los demás siendo en realidad un tirano camuflajeado.
Es de los tipos de personas que más
necesitan la atención de los demás, ya que viven para los otros y no para sí
mismos, entonces viven una paradoja porque siendo el tipo más narcisista y
egocéntrico es precisamente el tipo que más necesita atención de las otras
personas.
Puede fingir orgasmos ya que le
interesa que la otra persona le admire, también se puede comportar de tal
manera que su relación se vea perfecta, vivir para las apariencias es su sino,
entonces sus relaciones amorosas pueden verse como exitosas de acuerdo a los
valores culturales del individuo.
Mírame pero no me toques.
Y esto es porque en realidad estas
personas no creen en el amor, para ellas el ocultarse, disfrazarse, seducir y
hacerse deseables es una estrategia para evitarlo, porque el amor los desenmascararía;
por eso son auto controlados, mesurados y sobre todo intentan controlar al
otro, es una manera de dominar la relación y al amante; únicamente pueden
entregarse apasionadamente ante quien logra dominarlos, pasan del sadismo al
masoquismo ante la persona que los avasalla, es por ello que encontramos
personas que son dominadoras en todos los aspectos de sus vida menos en su
relación amorosa, en ésta son dominados, alguien tuvo que conquistarlos,
literalmente, y ante el conquistador logran desvelar su ser, se les cae la
máscara.
El hombre invisible
Un tanto irónicamente diría que este
personaje deteriorado es como el hombre invisible, porque tiene que ponerse
algo para ser visto ya que no tiene la capacidad de valorarse por sí mismo, los
otros son quienes lo validan, pero cuando se da cuenta que ha sido un
contenedor vacío que ha llenado con las expectativas del otro puede ser un golpe
muy duro para su ego, por eso evitan la introspección; casi nunca los va uno a
encontrar en la consulta psicológica o en los talleres de desarrollo humano, y
si llegan a ir es para resolver la vida de alguien más porque la de ellos es
perfecta, esto es porque son positivos y tienen elevada autoestima. En el campo
del amor sucede algo parecido, son invisibles hasta que el otro los ve. Son
como la herramienta, no sirve hasta que alguien la utiliza; a medida que se
llenan de los satisfactores que su ego reclama se van llenando de pobreza, por
cada capa de maquillaje es una capa menos de sí mismos, y la persona que los
llega a amar muchas veces no se da cuenta que en realidad está amando estas
capas falsas, un oasis en medio del desierto, pero esto es muy difícil de ver
por las personas ya que esta clase de individuos representan el arquetipo de la
persona exitosa propia de nuestras culturas.
* Eneagramista, traductor de
francés-español, escritor de poesía, ensayo, narrativa breve y letrista de
canciones; activista social y gestor cultural, especialista en economía solidaria,
ha dado clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Iberoamericana, Alianza francesa, actualmente imparte pláticas
y talleres sobre el protoanálisis y coordina el Centro Cultural CCA en la
ciudad de Puebla.
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